En el contexto actual de creciente conciencia ambiental a nivel mundial, sobre la sostenibilidad: aceites hidráulicos vegetales, especialmente aquellos basados en canola, emergen como una alternativa amigable con el medio ambiente en el ámbito de los fluidos hidráulicos industriales. Este cambio de paradigma responde a un aumento significativo en la demanda de productos biodegradables y respetuosos con el entorno, desplazando gradualmente a los tradicionales aceites minerales.
La adopción de bases vegetales biodegradables para aceites lubricantes conlleva una serie de ventajas sustanciales sobre las opciones minerales más convencionales. Entre estas ventajas se destacan su biodegradabilidad, su origen renovable proveniente de recursos nacionales, su excelente lubricidad y alto índice de viscosidad, acompañados además de costos más bajos en comparación con los fluidos sintéticos.
Los aceites vegetales, compuestos por ésteres de ácidos grasos y glicerina, obtienen sus propiedades físico-químicas principalmente de su composición acílica. Este enfoque en fluidos amigables con el medio ambiente responde a un compromiso cada vez más profundo con la sostenibilidad ambiental, reflejado en una legislación rigurosa sobre biolubricantes y lubricantes biodegradables.
Según las directrices de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos – OECD por sus siglas en ingles , estos lubricantes se definen por su baja toxicidad y su capacidad para degradarse rápidamente por organismos vivos. Un dato impactante revela que 1 litro de aceite mineral puede contaminar hasta 1,000,000 litros de agua, subrayando la urgencia de adoptar alternativas más sostenibles en el sector industrial.
En esta línea de pensamiento, presentamos con orgullo nuestro producto estrella, LUBRISAFE, un fluido hidráulico biodegradable especialmente diseñado para satisfacer las necesidades de las plantas industriales sin comprometer el medio ambiente. Al reemplazar los aceites minerales, no solo se logra una mayor productividad y reducción de costos en mantenimiento, sino también ahorros significativos en primas de seguros.
Con una tasa de biodegradabilidad superior al 90% después de 21 días, LUBRISAFE se alinea con una política de desarrollo sostenible, asegurando niveles óptimos de estabilidad y un rendimiento confiable incluso a bajas temperaturas.
Gracias a una combinación cuidadosamente equilibrada de ácidos grasos monoinsaturados y antioxidantes naturales, nuestros aceites vegetales son sometidos a rigurosas pruebas de compatibilidad con sellos, mangueras y metales, incluyendo evaluaciones en bombas Vickers a 2000 psi y pruebas de 4 bolas.
En resumen, la tecnología verde de LUBRISAFE representa un compromiso tangible con el cuidado del medio ambiente, la eficiencia operativa y la seguridad industrial, marcando un hito en la evolución hacia prácticas más sostenibles en el sector industrial.
Con LUBRISAFE, estamos liderando el camino hacia un futuro más limpio y sostenible para todas las industrias, demostrando que es posible alcanzar el equilibrio entre la productividad y la preservación del entorno natural.
Escrito por:
Ing. Ricardo Gil
Gerente de Tecnología